Si te acusaron por robar lechugas
La historia de las lechugas era tan random que aún ahora no todos eran capaces de comprenderla. La había escuchado por ahí, en un vídeo que parodiaba una serie de anime que tanto le gustaba. Así, de forma absurda, mientras la luna pretendía robarlas, las lechugas habían cobrado un nuevo significado en la vida de Pikachu, como si hubiera sido iluminado de pronto por esa magia que envolvía aquellos verdes vegetales ricos en hierro.
—Luna se quiere robar mis
lechugas—lloriqueó, acusando a la luna del intento de robo.
— ¡Nadie se roba las lechugas de
Pikachu!—soltó Charmander, en una de esas pláticas en las que la luna amenazaba
con drogar al pokémon amarillo para robarle sus lechugas.
Pikachu sonrió, ligeramente
azorado de escuchar a Charmander defenderlo a él y a sus preciosas lechugas.
—A ti sí te dejaría robar mis
lechugas, Charmander—susurró por lo bajo, de manera que sólo el pokémon de
fuego pudiera escucharle.
Charmander se sonrojó, ignorando
de pronto todo a su alrededor, desviando la mirada, demasiado nervioso como
para poder articular algo así.
Así fue como las lechugas—benditas
lechugas llenas de hierro—se convirtieron en una muestra de amor poco
convencional entre los pokémon, lo que al mismo tiempo lo volvía mucho más
inverosímil. Pero, ¿qué importa? Al final de cuentas todos tienen esos momentos
ridículos de comentarios sin sentido que a uno le alegran la vida.
Si pensamos en el amor
alegóricamente como un huerto de lechugas que cultivamos, redundantemente, con
amor, podemos pensar que cuando las lechugas estén listas, vamos a regalarlas—o
venderlas, ¿por qué no? No todos somos ricos como para regalarlas con el
trabajo que nos cuesta cultivarlas—a quienes mejor nos parezca, como una
demostración de amor en toda regla. De ahí que los bebés vengan de las
lechugas: juntando un determinado número de lechugas como si se tratasen de las
esferas del dragón y, con un par de besos y cursilerías, sorpresa, milagrosamente
nos caería del cielo un bebé lechuga.
O lo que es lo mismo, un aterrador
cabagge patch que por suerte nunca tuve de niña. Bendito sea el SNES que me
hizo olvidarme de la existencia de las muñecas a temprana edad para no
traumatizarme con ellas.
Claro que, dependiendo de las
personas, las lechugas—o el amor—son dadas de distintas y peculiares formas.
Como robarlas, arrojarlas y golpear con ellas a las personas, o toda una gama
de grandes posibilidades que, en mi humilde opinión, deberían de intentar.
Nada como pegarle a alguien con
una lechuga desde lejos y que no sepa de quién provino.
¿Qué sería del mundo sin lechugas?
Bueno, sin ellas no podríamos expresar ninguna clase de amor hacia las personas
a las que tenemos en mucha estima, claro está. Por eso hay que cuidarlas casi
obsesivamente de aquellas personas que no sepan valorar todos los nutrientes
que una lechuga aporta.
Y así es como llegamos hoy
finalmente a descubrir que nunca te debes robar las lechugas de un Pikachu,
porque Charmander ya es de nivel 43 y aprendió Furia de dragón recientemente,
así que cuidado.
Mejor robar las lechugas de la
granja de alguien en facebook, es más fácil y sirve que de paso le incendias su
granja.
Como recomendación final, no dejen
que nadie les robe sus lechugas y mejor dejen que les quiten el almuerzo en el
cole, que es otro tipo de demostración de afecto mucho menos ortodoxo que andar
por la vida regalando ensaladas sin preparar.
Les dejo aquí el fabuloso link del
vídeo que no he podido sacarme de la mente desde hace unos días, la letra es
realmente inspiradora. Y quién diga que no es un bebé poposeado.
Yo me despido de ustedes por hoy,
esperando que la próxima semana nos sigan leyendo con la nueva, fabulosa e
impredecible entrada de Char.
Con amor, P.

:3 Querida pikachu:
ResponderEliminarTristemente mi comentario anterior fue borrado U_U
pero como escribi en el otro me agrado bastante tu teoría acerca de como vienen los bebes al mundo :3 ahora todo esta mas claro para mi.
Tambien me agrada bastante el reconocimiento que nos das a las lechugas , citando una frase de el presente escrito : "¿Qué sería del mundo sin lechugas? Bueno, sin ellas no podríamos expresar ninguna clase de amor hacia las personas a las que tenemos en mucha estima, claro está."si el mundo nos tuviera mas amor y estuviera conciente de nuestra aportacion de hierro , las cosas serian diferentes... con amor :3 Una lechuga
Querida Lechuga:
EliminarLamento que tu comentario anterior fuera borrado, pero después de todo al final sí pudiste comentar, gracias. Me alegro de que te gustara mi teoría sobre cómo vienen los bebés al mundo, la verdad es que se trata de una lógica irrefutable que nadie puede negar.
Es una pena que no todos sepan lo valiosas y bonitas que son las lechugas, pero al menos sabes que en éste blog las lechugas sí son muy apreciadas.
Muchas gracias por el comentario ^x^
Espero leerte en otra entrada pronto :)
Con cariño, P.
Oh, pues la primera vez que dejo comentario...
ResponderEliminarPrimero que nada felicitar a mis dos pókemones favoritos por este lindo, educativo y delicioso blog.
Ahora, creo que mi perspectiva hacia las lechugas cambió completamente, me han abierto los ojos. Amé la entrada, empiezan de una forma y terminan diciendo otra cosa, que aunque relacionado no me lo esperaba, jeje.
Seguiré molestandolas por aquí a ver que cosas divertidas y jocosas ponen... Me despido y les dejo un beso a las dos :P
Excelente entrada PikaChar, ahora veo las lechugas de forma distinta *--*, aunque pensare que me estoy comiendo parte del amor de una persona en mi Sandwche, pero nada en esta vida es perfecto xD. Me gustan las escenas entre Pikachu y Charmander y me ha surgido una duda, ¿evolucionaran?, ¿serán un charizard y un raichu algún día?...
ResponderEliminarAnsiosa de la proxima entrada, Julimm :3
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHe quedado impresionada, amé el blog desde que abrí el link, y al empezar a leer... me identifiqué con la Luna,pero ahora sé que no debo robar lechugas, ni drogar personas, y también ha cambiado mi forma de ver el mundo, recordé la frase de "la vida es como una caja de bombones" pero pensando en lechugas... por que no decir "la vida es como un huerto de lechugas...."?
ResponderEliminary... algún día intentaré pegarle a alguien con una lechuga desde lejos y que no sepa de quién provino
P ... a ti si te dejaría robar mis lechugas!
Hola! La verdad es que amé el blog, y esta entrada en particular, pero es que está realmente muy divertida, sobre todo la metáfora de las lechugas XD! me mató. Y la muñeca... me asustó -.-" ¿cómo puede haber juguetes tan feos? En fin, muy lindo blog.
ResponderEliminarOwO Lechugas. Soy un ser tan lleno de amor que amo las lechugas más que ningún otro vegetal, nada como esas hojas verdes-placer de los dioses lleno de hierro y bajo en calorías-.
ResponderEliminarEspero no haberme comido a mi madre en algún momento. Son tan sabrosas que no distingo entre familiares y desconocidos. (?) O quizás se la lancé a alguien. Cosas de mujeres, supongo. Somos tan tímidas que preferimos atacar al chico que nos gusta con nuestro tío-lechuga, que entregársela en sus manos, y llevarnos por la cursilería lechuguil.
Bueno, iré a echar agua sobre mis lechugas. Seguro Guishe querrá alguna así que deben estar llenas de amor (y agua, claro).
Nos leemos en la siguiente entrada, encantos. :3
Oh, a eso remite que no me pueda robar las lechugas... Bien, cuidaré mejor mi vida de ahora en adelante y no hablaré de lechugas en presencia de Char .__.
ResponderEliminarY me alejaré de las lechigas porque detesto esas muñecas, son aterradoras