domingo, 13 de mayo de 2012


¿Qué día dijiste que era?

Charmander era un pokémon que se caracterizaba, además de por las obvias tendencias piromaníacas de su especie y su alto deseo de procrastinar, tener mala memoria y no saber decir cosas románticas y bonitas cuando hiciera falta.

Él odiaba ambas cosas. Una vez que su repertorio de cosas bonitas se acaba se quedaba en blanco y terminaba diciendo alguna estupidez —Snorq, por ejemplo—, se decía a si mismo que tal vez debía leer alguna novela romántica para no echar a perder los momentos en que su vena de caballero andante era requerida: Quedaba tan mal parado frente a Pikachu…

Pero en definitiva, era aun peor no recordar muchas cosas, al menos no las importantes. Podía recitar, y sólo porque lo leyó en un libro que algún entrenador pokémon perdió una vez, las leyes de Newton ¡Cómo si alguna vez fuera a aplicarlas a algo! Alguien podía preguntarle qué personaje de qué serie decía tal cosa y él hasta daba el número del capítulo en que sucedía.

Pero no hablemos de las fechas.

Charmander apenas y recordaba su propio cumpleaños. Era un milagro que pudiera responder rápidamente cuando se lo preguntaban —que tampoco era como si lo hicieran muy seguido—, y ni hablar de los cumpleaños de sus amigos. Por eso tenía anotadas esas fechas en…joder, lo había olvidado.

Y se odio mucho a sí mismo y a esos dos grandes defectos cuando, tímidamente, Pikachu llegó con una pequeña flor en la boca y se sentó junto a él bajo el árbol de manzanas que les proveía de comida la mayor parte del tiempo. Antes de ofrecerla la pequeña flor violeta con una de sus patas, le dio un corto pero elocuente discurso acerca de lo importante el pokémon naranja era para él. Y acertadamente dijo:

—Tal vez no lo recuerdes, pero hoy hace dos años, nos conocimos.

“¡Me lleva la…!”

Por supuesto que no lo recordaba. Y por supuesto que no pudo hacer más que componer una sonrisa cuando se quedó sin palabras ante lo que el pokémon eléctrico acababa de decir.

Le habría gustado responderle con algo igual de hermoso, le habría gustado que al alcance de sus patas hubiese algo además de pasto y tierra que evidentemente no servían como regalo para Pikachu.

Pero, por supuesto, al pokémon eléctrico no le importó, y con una sonrisa comprensiva le entregó la flor que había estado sosteniendo.


Ya, pues eso, no soy buena recordando fechas ni nada. A penas y sé qué desayuné está mañana —cereal con leche, si se lo preguntan, y sólo lo recuerdo porque es lo que desayuno todas las mañanas—, y la verdad es que me resulta bastante molesto porque, cómo seguramente a muchos les ha pasado o creyendo eso me consuelo, llega el día en que una fecha importante para nosotros o para personas relevantes en nuestra vida se marca en el calendario y uno no tiene ni idea de lo que está pasando.

Lo peor de todo es cuando, de hecho, deseábamos hacer algo para esa fecha especial y terminamos arruinándolo por la mala memoria. Evidentemente yo no recordaba que ayer hace dos años que han pasado volando, Pika y yo nos conocimos.

La verdad es que ni siquiera tenía en cuenta que en algún momento recordar la fecha fuera algo importante. Y eso me lleva a la lección del día:

Las fechas, lo cumpleaños, los aniversarios y todas esas cosas nos sirven para un día, tener la excusa perfecta para hacerle a alguien saber lo mucho que lo amamos, y no, no les voy a decir que eso debería hacerse todos los días, aunque sea cierto. Lo que quiero decirles es ¿Importa realmente cuando inicio tal cosa? ¿Importa si a partir de entonces la fecha se vuelve irrelevante porque parece que no han pasado ni dos días? ¿Es necesario marcar en el calendario un día en especial?

¿Hace falta si lo único que necesitas saber es que se conocieron?

    
Y ya para terminar mí insulsa entrada, y siguiendo con esto de las fechas, aprovecho para felicitar a mi hermano mayor, E., porque mañana es su cumpleaños. Que tengas un lindo día y que te la pases arwesome, te quiero:  Video random que no tiene nada que ver pero espero guste a todo el mundo

Con cariño, Char.

1 comentario:

  1. No sé si a todos les pasa... pero a mí me pasa y es un coñazo :|
    Incluso he llegado a no comprender porqué coño para los demás una simple fecha tiene que ser taaaaaan importante.

    ResponderEliminar